Sharif Nada Que Perder Letra
Sharif Nada Que Perder Letra
Dime qué es un rey para un mendigo,
qué es la suerte, qué es la ley,
qué es el destino,
qué es lo divino pal' que vive en el alambre
si la bendita fe no quita el hambre.
Dime cómo se mira la vida y el infinito,
dime qué es la justicia cuando sobrevivir es un delito,
dime si sabes cómo silenciar el grito
que se posa en mi garganta como un pájaro maldito.
Aprendí a vivir sin miedo,
a cantar con furia,
a limpiarme las lágrimas con la lluvia.
Ya desde niño con el hambre como escuela,
el mundo de recreo
y la calle bajo mi suela
y aprendí sin diccionario qué quiere decir respeto.
El barrio entero tuve de alfabeto.
De mi papá jamás tuve noticias
y tuve que aprender a aprender sin su caricia.
Yo crecí corriendo como un potro sin establo,
en un hombro Dios, en el otro el diablo...
Quemando el presente,
luchando a diario
con sangre impaciente
esperando a que llegue algo extraordinario
Y el barrio fue mi ruego,
la calle el juego
donde los niños se hacen hombres
a sangre y fuego,
y es justo luego cuando empiezas a entender
que si no se tiene nada ya no hay nada que perder.
Traemos buenas noticias:
nuestra propia justicia,
no tenemos bandera,
vivimos a la espera de un milagro que no llega.
Traemos malas noticias:
nuestra propia justicia,
no tenemos bandera,
vivimos a la espera de un milagro que no llega.
Dime qué es lo blanco y qué es lo negro
qué es lo sano, qué es lo malo, qué es lo bueno
pa que rezar si nunca se cumplen los planes
¿dónde está el milagro de los peces y los panes?
Vamos dime, cómo llenas las horas de estío
cuando el hastío y el frío dejan tu pecho vacío,
dime si está seco el río, dime si queda inocencia,
en esta sociedad donde todo es apariencia.
Aprendí que nadie nace ni asesino ni culpable,
pero el destino a veces es un miserable,
suave y amable pone la miel en tu boca,
luego se equivoca y te mata cuando no toca.
Señoría, no espere que le pida perdón,
no es rebeldía, es poesía por compasión,
si todavía,
no hay culpa sin redención,
yo tengo la sangre fría pero ardiendo el corazón
Porque crecí como las flores salvajes en las esquinas y en el barro,
llevando un carro lleno de ruinas,
pero feliz, sabiendo que la flor tiene raíz,
cuidando los detalles en las calles, el matiz…
Que descubre lo valioso en la balanza,
nada es más peligroso que un hombre sin esperanza.
Tan solo somos agua en el molino
hijos de las estrellas y del polvo del camino.